Estas estrategias van más allá de la corrección gramatical. Abarcan la negociación y redefinición de los significados de las palabras y expresiones en un contexto comunicativo para asegurar que todas las personas, independientemente de su identidad de género, sean incluidas y respetadas.
Eliminar asimetrías de género en el lenguaje
Es fundamental garantizar que el lenguaje no trate a un género como el principal o el más importante; así, se evita la jerarquización en la que lo femenino o el no binarismo quedan relegados a un plano subalterno. Por ejemplo:
En el coloquio sobre inteligencia artificial, se presentaron diversas ponencias vinculadas con el quehacer investigativo. Las docentes, los docentes y les docentes contribuyeron significativamente desde sus respectivas áreas disciplinares. Asimismo, estudiantes de varias sedes y recintos participaron activamente en las conferencias, ya fuera formulando preguntas o planteando conjeturas sobre los temas expuestos. Las presentaciones también estuvieron a cargo de egresades, egresadas y egresados de la universidad, quienes compartieron sus experiencias y perspectivas desde distintos campos del conocimiento.
No segmentar a las personas por su género en conversaciones o grupos
Se recomienda evitar agrupar a las personas según su identidad de género de manera innecesaria, especialmente cuando no es relevante para el contexto.
🟣 Dividiremos el grupo por intereses, habilidades, edades.
🟣 Se necesita la opinión de una persona que conozca del tema.
Evitar adjetivos que refuerzan los estereotipos de género
El uso de adjetivos asociados a estereotipos tradicionales de género contribuye a la perpetuación de roles predefinidos que limitan la expresión individual y las posibilidades de acción de las personas según su género. Para promover una visión más equitativa, es fundamental evitar el uso de adjetivos que refuercen estas ideas preconcebidas, como aquellos que asocian características como "rudo" a los hombres o "tierna" a las mujeres. Se recomienda:
🟣 Las personas valientes
🟣 Quienes expresan cariño
Evitar el uso exclusivo de un género en profesiones estereotipadas
El uso exclusivo de un género para referirse a profesiones tradicionalmente asociadas con un género (como "enfermera", "secretaria", "maestra" o, por el contrario, "mecánico", "ingeniero", "piloto") refuerza estereotipos de género y limita la visión de las personas sobre las capacidades y roles que pueden desempeñar según su género, y además contribuye a la perpetuación de la segregación laboral por género.
🟣 Es necesario buscar acompañamiento psicológico.
🟣 Confirmemos la opinión médica sobre esto.
🟣 ¿Ya asignaron a la secretaría?
🟣 Quien vuela el avión tiene experiencia
Evitar el lenguaje paternalista o condescendiente
Evitar este tipo de lenguaje es fundamental para fomentar una comunicación respetuosa e igualitaria que reconozca la autonomía y capacidad de todas las personas. El lenguaje paternalista se puede manifestar de distintas formas, como el uso excesivo de diminutivos, la sobreprotección verbal o las expresiones que denotan una actitud de "saber más" sobre lo que la otra persona necesita o puede hacer. Por ejemplo no decir:
🔴 “Dejame explicarte, porque seguro no lo estás entendiendo bien”.
🔴 “Eso es muy complicado para usted, mejor asuma otra responsabilidad”.
🔴 “Esa carga es muy pesada para una mujer, es mejor que la lleve un hombre”.
Evitar formas sexistas de aparente “cortesía”
El lenguaje cotidiano suele incluir expresiones de cortesía que implican una distinción innecesaria entre personas en función de su género. Estas formas de tratamiento pueden perpetuar desigualdades al sugerir roles específicos, infantilizar y subestimar a ciertas personas. Por ejemplo:
🔴 Jefecita, chiquita, compañerita, mi amor, reina o muchacha para referirse a una profesional.
🔴 Las damas primero.
🔴 La Señorita: Este término refuerza una distinción basada en la edad o el estado civil de la mujer, una categorización que no se aplica a los hombres y que implica una valoración innecesaria de su vida privada. Su uso pone en evidencia una desigualdad, por lo que debe evitarse.
No presentar a las mujeres como dependientes, complementos, subalternas o propiedades de los hombres
Los derechos individuales manifiestan que toda persona debe ser nombrada en su esfera personal. Bajo esa premisa, a las mujeres se les debe llamar por su nombre y apellido para respetar su esencia individual. Debe evitarse expresiones como: “la esposa de”, “la mamá de”, ya que reducen a las mujeres a su rol social, despojándolas de su individualidad y autonomía. Ejemplos:
🟣 Adriana García está a cargo del evento, y no la señora de López está a cargo del evento.
🟣 Alondra Valenzuela asistirá al homenaje, en lugar de la viuda de Chavarría asistirá al homenaje.
🟣 Angélica Mora lidera el proyecto, es preferible a la mujer de Carlos lidera el proyecto.
Casasola Romero, Montserrat, Rivera Vargas, Marina y Cerdas Centeno, Noylin. (2025). Guía de Lenguaje Inclusivo de Género y Neutro de la Universidad de Costa Rica [Manuscrito presentado para su publicación]. Centro de Investigación en Estudios de la Mujer, Universidad de Costa Rica.