El género es una construcción social que asigna roles, normas, comportamientos y valores a las personas según lo que cada sociedad considera apropiado para lo masculino, lo femenino y otras identidades. El género organiza las relaciones sociales de forma jerárquica, histórica y contextual, y es reforzado por instituciones como la familia, la educación, la religión o el sistema jurídico. No es una característica biológica, sino una estructura cambiante que influye en las relaciones de poder (Casasola et al. 2025).