Reseña del foro del 28 de junio: santas, diablas, zorras y sufridas: las mujeres en el cine
Por Ana Beatriz Peralta Córdoba
En el marco del proyecto “Debates sobre feminismos”, el jueves 28 de junio se contó con la participación de Larraitz Lexartza Artza y Carolina Sánchez Hernández como conferencistas de la discusión “Santas, diablas, zorras o sufridas: las mujeres en el cine”, moderada por Daniella Solano Morales. El encuentro resultó en una mirada crítica de las funciones y posiciones que las mujeres tienen en el cine, tanto a nivel de producción como a nivel de contenido.
Sánchez Hernández propuso durante su intervención, varios arquetipos conservadores que han delimitado históricamente la participación de las mujeres en el cine, tanto a nivel de las historias que cuentan como a nivel de lo técnico en la producción. Para esto, cuestiona estos arquetipos mediante la propuesta de deconstruirlos a través de un repensar del cine que estamos consumiendo, es decir, poner sobre la mesa nuestra responsabilidad como personas espectadoras. Es necesario también, cuestionar todas las industrias cinematográficas entendiendo la distribución desigual de sus ganancias y cuál es el deseo que prevalece en las producciones. Rescata, finalmente, la importancia de tener presente, a pesar de cierta falta de apertura a mujeres directoras, la incursión de las mujeres en cuanto a la producción, dirección y escritura del cine, una incursión que aumenta cada vez más y que no se ha quedado atrás en Costa Rica.
Por su parte, Lexartza Artza compartió con el auditorio sus reflexiones y conclusiones de un proceso de investigación sobre los estereotipos sexistas en el cine de animación infantil. Analizó, específicamente dos películas infantiles: una de la industria Disney Animation Studios, Enredados, en contraste con El viaje de Chihiro, del estudio Ghibli. Desde el guión, la estructura narrativa y más claramente, la construcción de los personajes, identifica la reproducción de estereotipos sexistas en las producciones cinematográficas infantiles. Realizó un esbozo sobre la participación de las mujeres en términos cualitativos y cuantitativos, identificando que la participación de los hombres es mucho más amplia y variada en cuanto categorías, así como claridad en la definición de sus personajes en tanto “buenos” o “malos”, mientras que las mujeres no cuentan con esas variaciones y se presentan usualmente realizando tareas asignadas históricamente al género femenino. En otras producciones, como la segunda mencionada, el rol femenino tiene un protagonismo más significativo sobre la construcción de personajes infantiles, sin embargo, los personajes adultos se construyen alrededor de roles más estereotipados.
En general, las películas animadas están reproduciendo estereotipos de mujeres donde estas se infantilizan y se construyen como mujeres imposibles al respecto de por ejemplo, las proporciones de su cuerpo. Los estereotipos aumentan, así, cuanto más se alejen de la realidad.
Durante la discusión, se hizo un planteamiento crítico y de revisión en cuanto a las formas en que las mujeres participan de la industria cinematográfica. Importante es destacar el cuestionamiento constante y la mirada atenta en cuanto al consumo de cine, a entender por qué vemos lo que vemos y qué es lo que se ve. Lo anterior, haciendo énfasis en cómo el rol secundario femenino no ha terminado de desaparecer en este arte, y más que contribuir a su desaparición, las nuevas producciones hegemónicas mantienen y reproducen algunas bases patriarcales inamovibles en la industria del cine.